Sesión 4. (Ciber)feminismo(s) y Cultura Digital
“En los momentos de gran desarrollo tecnológico, Occidente siempre reitera sus hábitos más ancestrales, especialmente la tendencia a crear diferencias y organizarlas jerárquicamente”, el ciberfeminismo usa la tecnología “para liberar nuestra imaginación colectiva del falo y sus valores accesorios, como son el dinero, la exclusión y la dominación, el nacionalismo, la feminidad icónica y la violencia sistematizada" Rosi Braidotti
Desde finales del siglo XIX y a lo largo de las primeras décadas del siglo XX, las artes acentúan su carácter de investigación radical. El papel del artista se vuelve progresivamente más autónomo en el contexto de la modernidad. Se produce así una vinculación notoria y explícita entre la creación artística y la teoría. El arte de vanguardia también se plantea una crítica a la tradición y a los modos de acceso del arte institucionalizado por la cultura burguesa. Las vanguardia históricas se desarrollan durante el período comprendido entre las primeras décadas del siglo XX y el estallido de la II Guerra Mundial. Es importante considerar las distintas formas de evolución que tomaron las vanguardias, así como el alcance y sentido de las mismas, en relación a los diversos contextos culturales (en Europa y en Estados Unidos). Las vanguardias artísticas surgen en un período histórico caracterizado por la inestabilidad social, el desequilibrio económico, la beligerancia entre potencias de sectores ideológicos heterogéneos y una fecunda productividad en el ámbito científico e intelectual. El concepto de vanguardia tiene connotaciones militares y políticas, incorporando acepciones ligadas, bien con la idea general de transformación, innovación y ruptura, o bien con el papel de los distintos grupos o agentes que participan en ese proceso de cambio.
Las neovanguardias o segundas vanguardias (1945-1970) comienzan después de la Segunda Guerra Mundial. Tras el trágico acontecimiento, Europa entra en una crisis cultural y política que favorece la emergencia de un nuevo panorama artístico y permite que la capital mundial del arte pase de París a Nueva York. Estas segundas tendencias se sucedieron muy rápidamente gracias a los nuevos medios de comunicación de masas, cada vez más efectivos por el alto desarrollo tecnológico. La experiencia de las primeras vanguardias permitió a los espectadores asimilar mejor esta segunda oleada de experimentación formal debido al conocimiento de las experiencias aportadas por las vanguardias históricas, y es importante recordar que si las vanguardias históricas se situaban en el contexto de la modernidad, las neovanguardias pertenecen plenamente al paradigma posmoderno. La postmodernidad alcanzó a la ideología neovanguardista que buscaba destruir los símbolos de la academia y de las instituciones, para romper con el pasado (emancipándose de la tradición tal y como lo hicieron las vanguardias históricas con el naturalismo y el realismo). Lo artístico se desplaza de los lugares tradicionalmente asignados (como la galería, el museo o el teatro) y se realizan acciones al aire libre como el land art, el body art o las performances.
La introducción en el campo artístico de las nuevas tecnologías informáticas dio lugar ha diversas prácticas artísticas como el net-art o el videoarte, generando diferentes procesos de innovación y experimentación estética, en búsqueda de un nuevo (ciber)estilo, en el contexto de la posmodernidad, que ha sido visto con ojos críticos por algunos teóricos como Paul Virilio que consideran que: «Luego de los futuristas, Duchamp, los cinetistas y otros partidarios de la motorización generalizada lo demostraron: en el siglo XX, el arte no tenía más futuro del que tendrán las tecnociencias en el siglo XX». El Net.art surge en la década de los años 90, y sus principales figuras se declaran hijos de Duchamp. Se trata de un movimiento anti-institucional que revolucionó las reglas del arte y del mercado contemporáneo a finales del siglo XX. El ciberfeminismo se inicia en la década de los 90 en Australia (Adalaide) de la mano de las net.artistas VNS Matrix, y en Inglaterra, a partir de las teorías de la académica Sadie Plant con la publicación del ensayo Ceros y Unos (1995). Una de las propuestas estéticas más relevantes de esta corriente artística y teórica, es que utilizan la perspectiva feminista como una estrategia política y como un método artístico. “Ciberfeminismo para hackear el patriarcado” es una de las consignas que se puede leer en la red cuando buscamos información sobre esta corriente artística, filosófica y política.
Desde finales del siglo XIX y a lo largo de las primeras décadas del siglo XX, las artes acentúan su carácter de investigación radical. El papel del artista se vuelve progresivamente más autónomo en el contexto de la modernidad. Se produce así una vinculación notoria y explícita entre la creación artística y la teoría. El arte de vanguardia también se plantea una crítica a la tradición y a los modos de acceso del arte institucionalizado por la cultura burguesa. Las vanguardia históricas se desarrollan durante el período comprendido entre las primeras décadas del siglo XX y el estallido de la II Guerra Mundial. Es importante considerar las distintas formas de evolución que tomaron las vanguardias, así como el alcance y sentido de las mismas, en relación a los diversos contextos culturales (en Europa y en Estados Unidos). Las vanguardias artísticas surgen en un período histórico caracterizado por la inestabilidad social, el desequilibrio económico, la beligerancia entre potencias de sectores ideológicos heterogéneos y una fecunda productividad en el ámbito científico e intelectual. El concepto de vanguardia tiene connotaciones militares y políticas, incorporando acepciones ligadas, bien con la idea general de transformación, innovación y ruptura, o bien con el papel de los distintos grupos o agentes que participan en ese proceso de cambio.
Las neovanguardias o segundas vanguardias (1945-1970) comienzan después de la Segunda Guerra Mundial. Tras el trágico acontecimiento, Europa entra en una crisis cultural y política que favorece la emergencia de un nuevo panorama artístico y permite que la capital mundial del arte pase de París a Nueva York. Estas segundas tendencias se sucedieron muy rápidamente gracias a los nuevos medios de comunicación de masas, cada vez más efectivos por el alto desarrollo tecnológico. La experiencia de las primeras vanguardias permitió a los espectadores asimilar mejor esta segunda oleada de experimentación formal debido al conocimiento de las experiencias aportadas por las vanguardias históricas, y es importante recordar que si las vanguardias históricas se situaban en el contexto de la modernidad, las neovanguardias pertenecen plenamente al paradigma posmoderno. La postmodernidad alcanzó a la ideología neovanguardista que buscaba destruir los símbolos de la academia y de las instituciones, para romper con el pasado (emancipándose de la tradición tal y como lo hicieron las vanguardias históricas con el naturalismo y el realismo). Lo artístico se desplaza de los lugares tradicionalmente asignados (como la galería, el museo o el teatro) y se realizan acciones al aire libre como el land art, el body art o las performances.
La introducción en el campo artístico de las nuevas tecnologías informáticas dio lugar ha diversas prácticas artísticas como el net-art o el videoarte, generando diferentes procesos de innovación y experimentación estética, en búsqueda de un nuevo (ciber)estilo, en el contexto de la posmodernidad, que ha sido visto con ojos críticos por algunos teóricos como Paul Virilio que consideran que: «Luego de los futuristas, Duchamp, los cinetistas y otros partidarios de la motorización generalizada lo demostraron: en el siglo XX, el arte no tenía más futuro del que tendrán las tecnociencias en el siglo XX». El Net.art surge en la década de los años 90, y sus principales figuras se declaran hijos de Duchamp. Se trata de un movimiento anti-institucional que revolucionó las reglas del arte y del mercado contemporáneo a finales del siglo XX. El ciberfeminismo se inicia en la década de los 90 en Australia (Adalaide) de la mano de las net.artistas VNS Matrix, y en Inglaterra, a partir de las teorías de la académica Sadie Plant con la publicación del ensayo Ceros y Unos (1995). Una de las propuestas estéticas más relevantes de esta corriente artística y teórica, es que utilizan la perspectiva feminista como una estrategia política y como un método artístico. “Ciberfeminismo para hackear el patriarcado” es una de las consignas que se puede leer en la red cuando buscamos información sobre esta corriente artística, filosófica y política.
MANIFIESTO CIBERFEMINISTA PARA EL SILGO XXI
(VENUS MATRIX)
Somos el coño moderno
anti razón positiva
ilimitada liberada despiadada
vemos arte con nuestro coño hacemos arte con nuestro coño
creemos en el placer la locura la santidad y poesía
somos el virus del nuevo desorden mundial
reventando desde adentro lo simbólico
saboteadoras de gran patriarca el computador central
el clítoris es una línea directa a la matriz
VENUS MATRIX
exterminadoras del código moral
mercenarias del fango
chupamos el altar de la abyección
sondeando el templo visceral hablamos en lenguas
infiltrando irrumpiendo diseminando
corrompiendo el discurso
somos el coño del futuro
(VENUS MATRIX)
Somos el coño moderno
anti razón positiva
ilimitada liberada despiadada
vemos arte con nuestro coño hacemos arte con nuestro coño
creemos en el placer la locura la santidad y poesía
somos el virus del nuevo desorden mundial
reventando desde adentro lo simbólico
saboteadoras de gran patriarca el computador central
el clítoris es una línea directa a la matriz
VENUS MATRIX
exterminadoras del código moral
mercenarias del fango
chupamos el altar de la abyección
sondeando el templo visceral hablamos en lenguas
infiltrando irrumpiendo diseminando
corrompiendo el discurso
somos el coño del futuro
Es fundamental contemplar la justicia social, la sostenibilidad y la equidad en el ámbito de la gestión cultural. ¿Cuando pensamos en cultura, pensamos en cultura con perspectiva de género? Algunas de las cuestiones que se ha planteado el feminismo se basan en cómo pensar la masculinidad y la feminidad desde el ámbito de la cultura. ¿Qué sabemos sobre feminismos y nuevas masculinidades? ¿Cómo podemos abordar esas cuestiones desde el ámbito de la cultura digital? A partir de la historia del ciberfeminismo, estrechamente ligada a los orígenes del Net.art, recorreremos estos conceptos teóricos y algunas de sus aplicaciones prácticas en el ámbito artístico.